La Batalla del Fortín 1

19:16

Los gritos de guerra de los barbaros cuando se lanzaron a la carga corriendo pro la llanura contra el fortín lograron ahogar incluso el estruendo que los mosquetes de piedra mágica producían cada vez que uno de sus tiradores accionaba el gatillo.

La primera línea de hombres semidesnudos y con los brazos cubiertos de runas en color rojo se vino abajo casi por completo, tras las dos primeros descargas al igual que la segunda, pero detrás de esas decenas de muertos venían unos centenares más de sus compatriotas, que recogían las escalas y ganchos con cuerdas que los otros soltaban y con los que pretendían superar la muralla del fortín.

-¡Esta mierda se desvía a la izquierda!-grito uno de los tiradores de pelo rojo como el fuego y cara con forma de gota invertido mientras le daba su fusil tetra cañón al niño que esperaba detrás de él que repetidamente le alcanzo otra arma ya cargada.

-¡¿Cómo mierda se van a desviar estas cosas?!- Le espetó el compañero que estaba a su derecha.
Como el otro tenía el pelo rojo aunque su rostro quedaba medio oculto bajo una prominente y descuidada barba del mismo color que le llegaba hasta el pecho donde ocultaba en parte la pechera de cuero donde estaba estampada la cruz azul que formaba el escudo del Sacro Imperio Caeruleus.

El barbudo giro una ruedecilla de hierro que estaba en la parte trasera del cañon de su fusil haciendo que este rotara hacia la izquierda dejando paso a uno nuevo cargado que encajo con un chasquido metalico en la posición superior:

-¡Deja de ser un puto inútil y apunta bien!- Tras este grito levantó de nuevo y a través de la mira ampliada de cristal fijo a un hombre que portaba una enrome lanza y le metió una de las balas triangulares en el corazón.

-¡Que te jodan Skipo!- Le respondió el otro mientras disparaba dos veces más su fusil-. ¡Sabes que soy el mejor tirador de este estercolero! ¡Así que si fallo es culpa de esta mierda con cuatro cañones que nos hacen usar ahora!

-¡Silencio en la línea!-Les gritó una nueva voz con tono autoritario.- ¡O disparáis u os juro que os tiró del matacán con esa mierda bárbara!

Apenas si se habían apagado aquellas palabras pro el estruendo de los fusiles la descargar de nuevo cuando surgió el ruido metálico por debajo de ellos. Skipo dejo de disparar un segundo para asomarse y ver como las puertas del fortín se abrían.

Por ellas surgieron medio centenar de caballos con jinetes acorzados de cargaron  en diagonal hacia el lado derecho del enemigo llevándose por delante a docenas de ellos gracias a sus enormes bestias de guerra o sus espadas.

Tras romper parte del ala derecha del ejercito bárbaro cabalgaron hacia la llanura con tal de dar la vuelta y volver cargar contra ellos.

Entonces una figura se separó del resto de enemigos.

A diferencia de los demás no llevaba un arma como tal sino que a través de su  mira Skipo pudo ver que llevaba un simple bastón decorado con plumas y lo que parecían pequeñas esculturas de piedra.

Giró de neuvo la rueda rápidamente mientras observaba como aquel enemigo gesticulaba con las manos y abrió su boca en dirección  a la caballería. El suelo comenzó a ondularse ostensiblemente y de él surgieron varias rocas que entorpecieron a los caballos haciendo que muchos jinetes acabaran por los suelos con sus monturas encías o siendo pisoteados por sus compañeros que intentaban esquivarlos.

Cuando el cañón de su fusil terminó de girar hasta uno nuevo cargado disparó contra él al igual que  cuatro compañeros por lo que pudo contar antes de que aquel hechicero se desplomara con varias heridas en el cuerpo y el cráneo destrozado:

-¡¿Has visto eso Skipo?!- Trono la voz de su compañero a su izquierda.- ¡Entre ceja y ceja incluso con esta mierda desviada!

Skipo iba  responderle con un nuevo insulto cuando las palabras murieron en su boca:


-Por la luz de Caeruleus…- Murmuro mientras su rostro perdía el color.

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