3. Incluso un reloj parado tiene razón dos veces al
dÃa
“¿Cómo era aquello que le decÃa su padre? Era algo sobre un reloj roto…”
Un puñetazo le impacto en la mejilla derecha lanzando su
cara hacia la izquierda y dejándole medio ido durante unos segundos mientras
notaba el sabor de la sangre en la boca.
“Roto no. Era un reloj parado.”- Continuó pensando mientras
se preparaba para recibir otro puñetazo esta vez en el estómago hundiéndoselo y
provocándole una arcada.
“Un reloj parado siempre tiene razón…”-Sacudió la cabeza
intentando aclarase no era eso.
Su torturador pareció tomarse un breve descanso de él y se
acercó a la silla de al lado donde Chris estaba atado y amordazado al igual que
él para darle su propia ración de puñetazos.
“Incluso un reloj parado tiene razón dos veces al dÃa"-¡SÃ!
Esa era la frase.
Una pena que no la hubiera recordado a cuando al imbécil de
Chris se le ocurrió un plan para ir a robar uno de los almacenes de Don Aquila…
Todo habÃa parecido muy factible en ese momento, el lugar
solo tenÃa un guardia por la noche y su perÃmetro estaba cerrado con una simple
malla de metal fácil de cortar con unos buenos alicates.
Luego simplemente habÃa que dejar sin sentido al guardia y
colarse por una ventana o reventar una de las viejas puertas para sacar unas
cuantas cajas de licor ilegal y cargarlas en su vieja furgoneta Ford para
distribuirlo por los bares clandestinos de medio Chicago…
Todo parecÃa bien estudiado y fácil de llevar a cabo sin
ningún problema.
Pero, aunque un reloj parado parezca tener razón dos veces al dÃa durante un segundo, no
por ello deja de ser un trasto inútil el resto del tiempo…
De la misma forma si un imbécil parece tener un buen plan y
toda la seguridad del mundo en él cuando te lo explica, no por ello deja de ser
un imbécil…
Pues una persona sensata se habrÃa detenido a vigilar el
lugar el tiempo suficiente para ver que obviamente dentro del mismo habrÃa una guardia
de cinco tipos duros llenos de músculos y armados con pistolas por si alguien
intentaba algo como lo que habÃan intentado ellos y que el guardia exterior
solo era una fachada para dar una sensación de que aquel lugar era legal.
Pero Chris simplemente
se enteró que allà habÃa alcohol y se paseó una vez antes de venir a contarle su plan.
Asà que allà estaban recibiendo una somera paliza por parte
de uno de los matones para calentarnos un poco antes de que llegase alguno de
los tenientes de Aquila a decidir que iban a hacer con ello.
“E imagino que hasta un puto reloj parado sabrÃa que
no va ser nada bueno”-Pensó antes de que el matón se cansara de trabajar con su
compañero y volviera para partirle la nariz…